jueves, 18 de marzo de 2010

CUANDO MI ENTRENAMIENTO FINALIZA...

Desde hace 4 años, cuando mi entrenamiento finaliza, dejo de ser atleta por unas cuantas horas. Dejo atrás los éxitos y las decepciones, las malas y las buenas sensaciones, los objetivos e incluso los pensamientos sobre una competición importante o/y cercana.


Tengo la suerte de contar con una vida laboral mas que aceptable. Para mi lo aceptable se resume en unas pocas cosas : horario adaptado a mis entrenamientos, trabajo en lo que me gusta y recibo a cambio lo que necesito económicamente, al menos por ahora.


Son unas cuantas horas semanales, dedicadas en su mayoría al trabajo de psicomotricidad con alumnos de 4 y 5 años, además de dos grupos de atletismo y un grupo de “iniciación al deporte” de primero de primaria.


No es lo recomendable para un deportista profesional, pero tampoco puedo permitirme prescindir de ello.


A estas alturas tengo claro que no viviré de por vida con el Atletismo (ya me gustaría), así que a la vez que gano en experiencia personal y profesional para mi futura profesión (también me gustaría), maestro o profesor de educación física, dejo a un lado el pequeño estrés psicológico que puede suponer un entrenamiento serio y constante, libreo tensiones a la vez que regreso a una infancia, de la que guardo gratos recuerdos.


A menudo resulta cansado, encontrarse unas cuantas horas con seres inquietos, en un entorno que no es el habitual para ellos; rebosan actividad y energía que suelo intentar contrarrestar con grandes dosis de paciencia, la cual también suelo perder en algunas ocasiones... Sin embargo resulta gratificante ver como cada pequeño gesto que consiguen realizar, se convierte en un evento de gran importancia en sus vidas.


Los adultos solemos decir, que todos hemos sido niños alguna vez; sin embargo, no aceptamos que nos cataloguen como tales.


A muchos de estos adultos, sobre todo a los que están involucrados en grandes proyectos, también proyectos deportivos, no nos vendrían mal unas dosis de ilusión, motivación, ambición, humildad e inocencia que veo a diario en las actitudes de estos “pequeños” y que a buen seguro nos llevaría al éxito.


PD: la entrada no deja de ser una buena excusa, para poner una foto propia, de cuando mi entrenamiento no había empezado, con la misma edad que ahora tienen mis alumnos.





3 comentarios:

  1. Dani, tienes un trabajo muy gratificante y además te gusta ¿que mas pedir? saludos campeón...

    ResponderEliminar
  2. Podrias haber puesto una foto de Elenita.

    ResponderEliminar