sábado, 17 de abril de 2010

BORN TO RUN


Existe mucha controversia sobre si para llegar a lo mas alto en el mundo del deporte o para destacar con grandes éxitos, hay que nacer con ese “don” que podríamos llamar componente genético.

Para mí, no es totalmente necesario. Se pueden dar varios casos, aunque siempre habrá un denominador común a todos ellos, que podríamos definir como cierta facilidad o predisposición a el ejercicio físico en general o a un deporte en concreto.

La vida de un deportista, desde el momento en el que nace hasta que llega a lo mas alto, se puede convertir en un largo y tortuoso camino en el que influyen infinidad de factores, muchos de los cuales se escapan al control de ese sujeto o de su equipo (técnico, familiares, amigos, ...).

Los factores contextuales son determinantes. Hace poco leí en el blog de Ignacio Romo, una serie de afirmaciones, sobre la superioridad del atleta africano sobre el atleta europeo en las pruebas de fondo; la mayoría de esos factores estaban relacionados con su contexto (forma de vida, lugares de entrenamiento, alimentación e incluso materiales de los cuales disponían) y no con componentes fisiológicos o morfológicos de sus sistema cardiovascular o locomotor. Si nos trasladamos a otros deportes, por ejemplo el tenis, es indudable que tener una raqueta en la mano, desde los primeros años de vida, ayuda.

Otro de los aspectos importantes, es la determinación del propio atleta para llegar, independientemente de lo que le rodea. Muchos diréis que gran cantidad de grandes deportistas (sobre todo en deportes de equipo que se practican sobre césped) han llegado a la elite sin aparente esfuerzo...algunos nos conformaríamos con esto y con grandes sumas de dinero; sin embargo para entrar en la historia del deporte (se me vienen muchísimos nombres a la cabeza, cada uno que ponga su preferido), coincidiréis conmigo en que la ambición es fundamental.

También soy un acérrimo defensor del trabajo bien hecho. Me gusta pensar que las grandes gestas deportivas que se consiguen en nuestros días, libres o dejando al margen la sombra del dopaje, son producto de mejores sistemas de entrenamiento, de equipos técnicos y humanos cada vez mas capacitados.

Por último no me gustaría dejarme  atrás el componente “suerte”. Aunque soy partidario de que cuantas mas variables se controlen, mucho menos influirá este componente, esta claro que siempre tenemos que tenerlo en cuenta. De ahí que me guste mucho la frase “suerte para los toreros, para los atletas, justicia...”

El mundo del deporte esta lleno de aspectos infinitos, difíciles y que en la actualidad se nos escapan al ser humano. Ahí radica la grandeza del deporte y en especial del atletismo. Si fuera fácil no sería tan bonito.

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