¿ME GUSTA?

Nunca he sido un gran aficionado al fútbol, pero he de reconocer que me gusta.

Me gusta como deporte, me parece bonito y divertido, además de una exigencia física destacable. Los grandes atletas de este deporte demuestran ciertas destrezas con el balón en los pies, que son dignas de admirar. Sin ser un estudioso, me parece también muy atractivo el tema técnico y táctico que se desarrolla en él.

Lo que no me gusta supongo que es imaginable: desorbitadas sumas de dinero ( estoy de acuerdo que los deportistas de elite cobren por su trabajo diario e incluso por sus resultados, con eso lo digo todo), los actos violentos que en ocasiones ocurren, que se asocie ampliamente política y deporte....etc.

Sobre este último punto me gustaría hablar.

Son muchas las ciudades de España que durante estos días, con motivo del Mundial de Fútbol, se han "engalanado" colgando de sus balcones y terrazas banderas de nuestro país. En mi ciudad natal, Málaga, el aspecto de muchas calles es espectacular, y me gusta.

Me gusta que los ciudadanos de mi ciudad y de mi país se unan para animar a los jugadores que tan lejos nos están representando. Ellos tienen que ser nuestra imagen, jugar y hacer lo que mejor saben y nosotros la suya; animar a nuestro deportistas.

El problema nace cuando intentamos ver en esto matices ideológicos y políticos. Entiendo que dada la historia de nuestro país, tal vez se pueda asociar los colores de nuestra bandera a determinados movimientos; pero no podemos vivir anclados en el pasado. Ahora España es otra cosa, somos andaluces, asturianos, gallegos, catalanes, vascos...etc con nuestras costumbres y tradiciones...y una muestra de ello pueden ser los jugadores que nos representan en esta competición.

Me cuesta creer que somos un país en el que una parte importante de su población se avergüenza de su bandera o incluso la rechaza.

Olvidarse de la ideología  y de la política con motivo de acontecimientos deportivos, apoyar a los jugadores o deportistas que nos representan y mostrar al mundo que no somos ni sombra de lo que fuimos, es algo que me gustaría que todos sintiésemos y de lo que estoy bastante orgulloso.

Apoyemos a nuestro país a nuestras selecciones nacionales y a nuestro deporte; dejemos la política en el lugar que le toca, las urnas, por no mencionar esos objetos blancos que pueblan nuestros cuartos de baño.