viernes, 8 de octubre de 2010

DE CÓMO VIVIR EN BARCELONA SIN QUE SE NOTE

He vivido el mes de Septiembre mas ajetreado de mi corta vida.

El día 12 cogí mi modesto Seat Ibiza, lo cargué en Málaga con un gran televisor (donación de Ángel y familia) unas cuantas cosas mas y junto a Núria pusimos rumbo a Barcelona. Un largo viaje que no pareció tanto, que hasta el momento ha sido el viaje de mi vida. Como anécdota decir que ese fue el último día que descansé esta temporada, es decir el último día que no hice ni un solo kilómetro a pie aunque ya lo compensé con los que hice en coche.

Al llegar mi mayor preocupación era establecer una rutina cuanto antes. Poner en orden la casa, la matrícula, horarios de la universidad, los horarios y lugares de entrenamiento ha sido mi máxima prioridad. Creo que un mes mas tarde lo he conseguido.

Nuestra casa ya parece tal, mis horarios y asignaturas en el Inefc están ordenadas y mis entrenamientos empiezan a fluir, realizando kilómetros que hace un mes me parecían impensables. Los lugares todavía no los tengo muy definidos, pero he podido correr habitualmente por las orillas del rio Ripoll, por las pistas de Mataró, sus circuitos naturales y urbanos adyacentes , y por el fabuloso parque de Collserola.

Mi día suele empezar temprano (Lunes, Martes y Jueves muy temprano entre las 6.30 y las 7.30 de la mañana); aquí es lo normal, a esas horas la vida ya está en plena ebullición. Tras un desayuno rápido y pequeñas labores domésticas, parto hacia Barcelona para asistir a algunas clases.

Tengo suerte y a las 11.00 suelo estar libre para entrenar (a excepción de Martes y algunos Miércoles). Entrenar, ducha, labores domésticas y buenas siestas. Aquí s hay algo que ha cambiando, ya no trabajo al medio día (bueno por ahora siquiera trabajo y hecho un poco de menos el contacto con los mas pequeños) y puedo dedicar algo de tiempo a recuperar las horas de sueño.

Alrededor de las 18.30-19.00 primera o segunda sesión de entrenamiento, dependiendo del día. Ducha, cena, labores domésticas, relax y para la cama.

Los fines de semana desordenamos un poco la rutina, pero el entrenamiento y los kilómetros no faltan. También hay tiempo para el ocio. La verdad me están tratando muy bien y con Lopo a la cabeza, no solemos tener tiempo para aburrirnos.

No parece lo mas divertido del mundo, pero si lo que buscaba. Como me dicen algunos amigos, siempre he sido cuadriculado, pero ahora me encuentro con muchísimas fuerzas para entrenar y rendir a mi máximo nivel y ser ordenado para mi es algo indispensable para poder conseguirlo.

3 comentarios:

  1. Cuadriculado no sé, pero si que has sido siempre y serás un pecoso; un corredor pecoso.

    ResponderEliminar
  2. Dani, no te preocupes por eso, pues, queramos o no, en la vida hay que ser un tanto metódico. Lo que en modo alguno significa que haya que caer en la rutina. Saluditos, Manolo Morales

    ResponderEliminar
  3. Dani, yo necesito una rutina y aunque ando en paro, procuro tenerla a diario, me es fundamental. Suerte para tu nueva etapa

    ResponderEliminar